Llevamos un tiempo en el que el software de código abierto ha cogido un impulso imparable. Son muchas las iniciativas por parte de las administraciones públicas (a nivel mundial) que están empezando a optar por soluciones de open software, y a nivel usuarios también se está empezando a producir cambios importantes en su comportamiento, como el notable incremento que se está produciendo en el uso de navegadores opcionales a Internet Explorer, como Mozilla, Opera o Firefox entre otros…
Esta realidad, cada vez más palpable, conlleva la pérdida de una cuota de mercado para la transnacional de Redmond. La nueva orientación y yo lo denominaría como contrataque mediático, es hacer ver al mundo que la Compañía se preocupa por las personas, que quiere colaborar en la mejora del bienestar y sobre todo ayudar en el desarrollo social y económico de aquellos más necesitados. Por este motivo, durante estos días podemos ver al señor Bill Gates hacer un recorrido de país en país como si de un jefe de estado se tratara. En este recorrido firma acuerdos con organismos internacionales, organizaciones de carácter social, administraciones públicas y mantiene reuniones con responsables políticos.
Hay parcelas del mercado donde la batalla la tiene ganada casi desde un principio. Estas son países en vías de desarrollo, donde cualquier tipo de ayuda que les llegue será bien recibida. Por lo tanto acuerdos como el que se firmó en París el pasado 17 de noviembre con la UNESCO (Microsoft and UNESCO Announce Joint Education And Community Development Initiatives ) o la creación de la Red de Intercambio de Soluciones (RIS) para administraciones públicas (Microsoft presenta la red de intercambio de soluciones ) pueden llegar a tener efectos de estructura clientelar con determinados sectores, que una vez instruidos y acostumbrados a utilizar determinadas soluciones tecnológicas tengan creada la necesidad de seguir utilizándolas.
Por otro lado, acuerdos más puntuales en países ya desarrollados como España, puede incidir claramente en evitar el avance del open source software y en consecuencia mantener su cuota de mercado. Por lo tanto, durante la gira mundial del señor Gates, hemos podido observar la firma de acuerdos con organismos españoles englobados dentro de programas de carácter internacional, como el que ha firmado con la comunidad de Madrid en materia de educación por valor de 30 millones de euros dentro del «Partners in Learning» o el firmado con la ONCE en asuntos de usabilidad y accesibilidad englobado en el «Microsoft Assistive Technology Vendor Program» .
¿Cómo hemos de tomar todas estas iniciativas?
No hay mal que por bien no venga o ser recelosos y cautos ante tal despliegue de buenas intenciones…
Karlos Guadian Orta