Yo si que he tenido vértigo

Yo si que he tenido vértigo

Yo si que he tenido vértigo

Acabo de leer un post de Administraciones en Red titulado «Vértigo en el escaparate» y de verdad, el que ha tenido vértigo he sido yo.

Iñaki describe muy bien la sensación al miedo de estar expuestos a la opinión de los demás, la sensación al ridículo de qué dirán, la sensación al rechazo, a la regañina, a la crítica, al expolio intelectual… En definitiva a muchas cosas que hacen que no queramos ni participar por miedo a…

Y como ellos dicen, ya que yo no lo habría podido explicar mejor:

Todo esto puede dar vértigo, pero si actuamos de buena fe y somos respetuosos con los demás, ¿qué tenemos que ocultar?. Nos mueve construir una Administración mejor, que sea más útil para la ciudadanía y que le cueste menos. Respetamos todas las opiniones y a todas las personas. A las que opinan de otra manera y a las que no opinan (o no nos cuentan lo que opinan). Nuestra verdad no es toda la verdad, es sólo la nuestra. Y, además, estamos abiertos a contrastarla con otras verdades y a enriquecerla con ellas.

Queremos disfrutar en un proceso libre de aprendizaje compartido, vivir una experencia de colaboración en red y conocer de primera mano el microclima de este escaparate.

Y todo ello a cara descubierta.

Y ya para rematar el tema otro post, en este caso de Consultoría Artesana en Red «Comunicación Interpersonal» dónde Julen postula «aprender compartiendo»

Suscribo y Rubrico!!!

Tags: transparencia

Un comentario en «Yo si que he tenido vértigo»

  1. Me alegro, Carlos, de que el post te haya tocado.

    Supongo que estas reticencias a exhibirse en el escaparte de internet tienen que ver con la falta de costumbre. Potencialmente, internet tiene mucha visibilidad, lo que tú escribes en un blog lo puede leer cualquiera desde cualquier sitio, y la gente ha visto muchas películas de esas en las que dicen: «Todo lo que diga puede ser utilizado en su contra».

    No estamos acostumbrados a tener «imagen pública», aunque sea en un círculo pequeño (la mayoría de los blogs tienen audiencias).

    Cuesta cambiar el chip, pero si queremos desarrollar entornos colaborativos, no podemos permanecer ocultos en el anonimato.

    Creo que es cuestión de acostumbrarse. De vez en cuando te dice algún conocido, con una sonrisilla pelín pícara, que ha descubierto el blog, como si te hubiera visto en calzoncillos por la cerradura. Le puedes decir dos cosas. Una, que aproveche para seguir leyendo ahora que todavía no cobramos por los contenidos. Y la otra, que ya que ha descubierto el blog que se deje caer de vez en cuando con algún comentario para darle vidilla.

    Creo que es bueno contribuir al desarrollo de una sociedad más abierta, más comunicativa, más participativa y más libre.

    El límite está en el respeto mutuo.

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