Esto ya parece un partido de tenis, tanto ir y venir la pelota. Eso sí, hará falta ver donde acaba la pelota de la «libertad de expresión»…
Después de las acusaciones a Google por autocensurarse y a Yahoo por presunta colaboración con las autoridades Chinas y de sus consecuentes justificaciones, ahora le llega el turno al gobierno Chino de salir en su propia defensa. Alegan que su regulación sobre internet no varía mucho de la existente en Estados Unidos o Reino Unido y que no han apresado a nadie sólo por publicar contenidos en Internet.
Pero aquí no acaba todo. Imagino que intentando quitarse la mala imagen que se le ha quedado a Yahoo por la denuncia de Reporteros sin Fronteras, ahora es la compañía la que busca el apoyo del gobierno de Estados Unidos y de otras empresas para poder hacer frente a las exigencias del gobierno chino…
Pero de momento con lo que no cuentan es que al gobierno chino, le guste o no, Internet está dando la oportunidad a mucha gente de poder expresarse y sobre todo de cambiar las cosas, de cambiar el mundo. Y si antes la prensa era considerada el cuarto poder, ahora le toca el turno al quinto poder, a la blogosfera.
Es necesario, simplemente, crear un «quinto poder». Un «quinto poder» que nos permita oponer una fuerza cívica ciudadana a la nueva coalición dominante. Un «quinto poder» cuya función sería denunciar el superpoder de los medios de comunicación, de los grandes grupos mediáticos, cómplices y difusores de la globalización liberal. Esos medios de comunicación que, en determinadas circunstancias, no sólo dejan de defender a los ciudadanos, sino que a veces actúan en contra del pueblo en su conjunto. 
El quinto poder por Ignacio Ramonet
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