En Estados Unidos son conscientes del papel que tienen los blogs en una campaña política, en España empezamos a darnos cuenta que la construcción de redes es fundamental y en algunos sitios, como Singapur, estas herramientas las ven como un peligro.
Se acaba de publicar en Francia Le nouveau pouvoir des internautes libro que pone de manifiesto todo aquello que se pone al alcance de la mano de la ciudadanía con la utilización de la tecnología. Curiosidad del libro es que sus autores una vez escrito lo pusieron bajo la corrección y modificación de los internautas franceses durante 80 días.
En este libro encontramos razones que sustentan el artículo que Julen me recomendó leer y del que Iñaki Alberto ya ha hecho los deberes. El artículo en cuestión «Shouldn’t the Wisdom of Crowds lead to better politicians?» de Joshua Porter cita las tres condiciones para que la «sabiduría de las multitudes» se produzca: Diversidad, Independencia y Descentralización.
El hecho que el ejercicio del voto se puede considerar como un proceso de decisión agregada, no se produce por el sistema político representativo que tenemos. Las opciones se restringen a lo que nos marcan las formaciones políticas, carecemos de independencia en cuanto a expresar nuestras propias ideas ya que tenemos que hacerlo votando a aquellos que más se acercan a nuestras propias ideas y por último no formamos redes descentralizadas y distribuidas dónde el conocimiento tácito lo tiene aquel que más cerca se encuentra de dónde se produce. Por todo esto la «sabiduría de la multitud» no nos da los mejores políticos, por que no son el resultado de una decisión colectiva.
Puede que aquí es dónde veamos una razón para la crisis del actual sistema político, en el que la participación de la ciudadanía es realmente baja, en el que la desafección cada día es más imperante y la opinión sobre la clase política es realmente pobre. Esto no quita que tengamos políticos que si que representen una buena opción pero desde luego aún les queda mucho para ser el fruto de una decisión realmente popular y democrática.
Por otro lado la emergencia de redes de carácter descentralizado está favoreciendo la creación de una nueva manera de hacer las cosas. Ahora falta que las organizaciones políticas sepan utilizarlo adecuadamente. Aunque tal y como escribe Juan Varela en Periodistas 21 el potencial que supone internet para amplificar ideas ya es aprovechado por los partidos para controlar la opinión pública ¿Pero realmente funciona? No choca directamente con las características que hacen per se que una red sea lo que es. Es decir, si éstas se forman de manera descentralizada, distribuida y albergan independencia de ideas de forma natural rechazarán las propuestas que les lleguen de las propias formaciones políticas. A no ser que estas formaciones se conviertan en autenticas redes dónde si que serían la expresión de la «sabiduría de la multitud» y tendríamos como resultado a los mejores políticos posibles.
Yo creo, Carlos, que la posibilidad que apuntas en el sentido de que los partidos se conviertan en auténticas organizaciones en red se irá cumpliendo, pero que esa evolución no se va a producir de una forma rápida.
Por cierto, el que ha hecho los deberes en nuestro blog ha sido Alberto ;-).
Suerte con los premios del día de internet!!!