La polémica sobre si un blogger puede ser considerado cómo un periodista viene de lejos, pero cada vez son más los que lo empiezan a considerarlos de esta manera. Al menos, creen en su capacidad de difusión confiando en sus opiniones personales sobre aquello que escriben. Se empieza a considerar que algunos viertan su criterio con acierto y desde luego se aprecia mucho que puedan realizar una difusión más viral que los medios tradicionales.
Desde luego la capacidad de llegar a las masas es muy limitada, incluso los de la A-list. El caso es que no se puede competir, al menos de momento, con medios de difusión que están al alcance de todo el mundo como la prensa escrita, la radio o la televisión. Así de momento, el área de influencia de los blogs tiene su principal grupo en los «early adopters«, aquellos que tienen una actitud más favorable hacia la tecnología, pero sobre todo a aquellos que tienen acceso a internet y sus herramientas. Es un buen punto de partida ya que este grupo es el que está marcando las tendencias en muchos ámbitos, por esta razón tener ese punto de influencia sobre este grupo empieza a cobrar importancia, y ni que decir tiene que en el momento que el acceso a internet sea un hecho tan natural como el tener un teléfono móvil hoy en día, serán un punto estratégico de toda campaña de comunicación.
En política empiezan a tener importancia, países como Estados Unidos que en su momento ya acreditó a un blogger en la Casa Blanca y Francia lo tienen más que claro. En este último país acaban de dar otro paso importante en este sentido. El Partido Socialista Francés (a propósito no visualizaréis bien su página si navegáis con Firefox :-() siguiendo los pasos de Nicolas Sarkozy y de la UDF, ha decidido acreditar bloggers en todas sus ruedas de prensa y actos públicos.
O sea, que dentro de poco no os extrañéis que podáis acreditaros como si fuerais un periodista.
He de reconocer que yo ya lo hago, aunque por ahora tiene que ser en el sector y si los que organizan el evento son también del sector… pero bueno, algo es algo…
A veces la cosa es echarle un poco de morro al asunto y «tirar palante».