El Sr. Rajoy pide a Zapatero que pare el proceso, dice que sólo uno de cada tres han apoyado explícitamente el SÍ. Es una manera de ver la botella medio vacía, al contrario de la mayoría de fuerzas políticas que la ven medio llena.
Para poner la guinda el retorcido cerebral que es Jiménez Losantos vuelve a arremeter contra lo que ha sido un proceso democrático, que aunque si que es cierto se ha visto marcado por una abstención superior al cincuenta por ciento. Sr. Federico no es cierto que los catalanes seamos unos panzudos que sólo nos preocupamos por el colesterol después de la barbacoa del domingo y que hemos renunciado a nuestros derechos, vendiendo al resto de España, rompiendo la constitución… ¿Hace falta que siga? Deje de decir improperios e insultar a miles y miles de ciudadanos, puede usted no estar de acuerdo con otros puntos de vista, pero no por eso tiene que ser intolerante, tachar de terroristas a los que no piensan como usted… Y si tenéis agallas escuchar la tanda de improperios e insultos que salen por la boca del susodicho: rabieta de primera hora, la de segunda, el diálogo y la entrevista
En definitiva métase sus insultos por donde le quepan!!!
Cierto que la desafección política es grande, que cada vez más el desinterés es manifiesto, pero dejarme hacer una reflexión al respecto.
Casi el 75% de los votos emitidos, que fue de casi un 50% del electorado dio su apoyo afirmativo al nuevo Estatut de Catalunya. Y ese resto que no fue a votar creéis que ha sido un rechazo explícito al proyecto, por que de ser así yo imagino que hubieran votado explícitamente en contra. Creo que podemos hacer otra lectura del “no voto” o de la abstención.
Cuando uno no se opone a algo es por que hasta cierto punto la situación en la que se encuentra ya le está bien, podemos considerar que la ciudadanía confía de manera implícita en la gestión que se realiza, por que queramos o no, cuando uno se ve amenazado por algo realmente importante es cuando reacciona. Y si no, mire usted la reacción que hubo en las últimas elecciones generales, fue una convocatoria con uno de los porcentajes más altos de participación.
Interpretemos la abstención como un apoyo implícito a la gestión de la clase política ya que si no hay un rechazo explícito, será que ya les está bien…
Señor Losantos, Sr. Rajoy acepten el resultado y verán como la vida no es tan mala, verán como la constitución no se rompe, verán como España no se va a disgregar, verán como la convivencia va a seguir siendo buena a pesar de lo que ustedes digan. Desde luego si hubieran más como ustedes si que no iríamos a ningún sitio, con lenguas viperinas como las suyas sólo podemos tener veneno. Por favor, si están enfadados con el mundo, enfádense ustedes solos pero déjenos en paz a los demás y sobre todo no nos insulten.
Acepten de una vez que la mayoría de los ciudadanos no piensan como ustedes, acepten que si así fuera se hubiera votado en contra, acepten que hay otras personas que tienen otro punto de vista que es tan respetable como tantos otros, acepten que la pataleta, el insulto, la descalificación no les va a llevar ningún sitio. Discúlpense y aprendan un poco de educación
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Creo que es peligroso entrar al trapo de intentar apropiarse de la abstención. Es claro que si Rajoy dice que sólo 1 de cada 3 ciudadanos apoyó el estatuto se le puede contestar que sólo 1 de cada 10 se opuso a él. Pero repito: la alta abstención debería ser motivo de preocupación para los políticos, nunca de contento. ¡¡Y vaya si lo sería si los votos blancos y abstenciones fuesen contabilizados y sirvieran para dejar los correspondientes escaños de parlamentos y alcaldías vacías!! ¡Vaya si lo sería! El problema es que, salvo esa supuesta «deslegitimación» abstracta que pocos politicos se toman en serio… la tarta se la siguen igual repartiendo entera entre los mismos comensales. ¡Para qué preocuparse, pues!
No te enfades, Carlos. Sus subnormalidades son el mejor signo de que se ven perdidos.