Poco más hay que añadir a lo que ha sucedido con el Jueves. El secuestro de su último número ordenado por el juez del Olmo ha provocado una campaña de publicidad gratuita jamás soñada por sus editores.
Número acabados en los quioscos y evidentemente un gran tsunami informativo en el ámbito internacional.
No quiero decir que estemos en un país que todavía practica la censura. Pero si puedo decir que estamos en un país dónde determinados estamentos todavía no han acabado de entender qué significa la palabra globalización, que no han entendido qué es internet y que no saben nada de nada del llamado “efecto contrario”.
Si así es como pretender defender la honorabilidad de la corona van dados. En dos días vamos a ser republicanos. La revista incautada es de carácter satírico y como en todo habrá voces a favor y en contra. Y de lo que estoy seguro es que entre los lectores habituales no hubiera producido ningún efecto negativo hacia el príncipe y su consorte, desde luego, no más del que ya tienen. Y lo que si que han conseguido es que lectores no habituales movidos por el morbo hayan tenido acceso a una portada que cada uno tiene que juzgar por si mismo.
Os dejo las portadas del jueves que durante su historia han sido secuestradas:
La monarquía es una remora de la edad media y en españa también del franquismo que la reinstauró.
Internet es una cosa demasiado moderna para esas épocas.
El asunto me ha indignado. No por el efecto sino por la intención.
Paula no creo que llegue a nada. Pero lo que si que ha hecho es poner una mancha y bien grande encima de nuestro sistema.
Saludos,
Hace un rato hablé con mi hermano para preguntarle si iba a ir a la manifestación de hoy frente a la Audiencia Nacional por la libertad de expresión. Lo curioso es que me dijo que se alegraba de todo esto porque nos acerca más a la república… quizá tenga razón pero me entristece que para cambiar algo que ha de ser cambiado tarde o temprano en lugar de hacerlo de una forma tranquila y razonada tenga que ser a partir de sucesos traumáticos (un secuestro es traumático bajo todo punto de vista).
Esto le ha dado a «El jueves» una publicidad impagable… esperemos que a la causa republicana también