El viernes pude asistir a la jornada “La cultura digital en frente del reto digital” en la que como no podía ser de otra manera el tema principal del debate acabó siendo el canon digital.
Hay un criticismo instaurado sobre el canon claramente manifiesto. Y este se puso de manifiesto en la mesa en la que participaron Adriana Moscoso ex miembro de los servicios jurídicos de la SGAE y Javier de la Cueva fundador de derecho-internet.org. La posición de ambos ponentes queda fuera de toda duda. Y mientras que Javier dejó a todo el mundo prácticamente con la boca abierta tanto por los datos y argumentaciones que aportó, Adriana hizo un intento acercándose brevemente a web 2.0 como el de la larga cola pero sin ningún tipo de conexión real con el tema que se estaba tratando.
El copyleft como fórmula para ofrecer la información y el conocimiento a la comunidad en frente del pago por copia. En definitiva no es más que una traslación de la confrontación entre software basado en licencia frente al de código abierto. No hay duda, son dos maneras de conceptualizar las cosas y por supuesto dos maneras de desarrollar modelos de negocio.
Pero volviendo al debate, éste se centró como ya he dicho el canon digital pero sobre todo la mayor queja por parte de los asistentes se centró de por que tienen que soportar una retribución a la producción artística por unas posibles descargas o copias ilegales.
La mayoría de nosotros utilizamos soportes digitales para almacenar contenidos producidos por nosotros mismos como fotografías o textos. Esto por no hablar de la repercusión que va a tener en el mundo empresarial dónde son miles de soportes los que se utilizan exclusivamente para generar información relativa al negocio.
La identificación del número de descargas con el de ventas perdidas es una equivocación clave en este asunto. Se argumenta por las sociedades gestoras como la SGAE que España está en cabeza del ranking de descargas ilegales de internet y lo utiliza para justificar un canon que ya de por si es anacrónico.
Las descargas ilegales no va a suponer un número exacto en la pérdida de ventas sino que todo al contrario, va a suponer que más gente va a conocer una determinada obra.
En fin, creo que es una piedra en los zapatos y que tendremos que aprender a caminar con ella durante bastante tiempo.