Si hace un tiempo en el Reino Unido la utilización de los blogs se encontraba dentro de la estrategia para mejorar ahora parece que se ha desinflado totalmente. A raíz del éxito del blog de «Civil Serf» Londrés ha decidido que:
Los funcionarios de la administración pública sólo podrán tener sus propios blogs en Internet si son «amables» al escribir sobre el aparato estatal y además se identifican claramente. (vía Noticias.dot)
Ya lo sabéis, sed buenos!!!
Pd, espero que aquí no lleguemos a ese extremo.
Será pues una cuestión de hacerles una amable crítica, dicho de buena manera, pero palazo al fin.
Saludos Santiagueños
Me gusta una entrada cuando realmente provoca conversación. Qué gran palabra verdad Alorza???
El caso es que una medida de este tipo, desde mi punto de vista, atenta contra la libertad de expresión pero sobre todo veo que en este caso la administración del Reino Unido intenta poner puertas al campo. Creo que van a conseguir un efecto totalmente contrario a lo que quieren y que empiecen a surgir blogs de denuncia como si de champiñones se trataran.
El miedo que creo que tienen es precisamente ante el efecto fiscalizador que la propia actividad blogger puede tener con la administración pública. Igual ocurre con cualquier empresa privada, se tiene un miedo pavoroso a que alguien empiece a airear trapos «internos». Y la solución no está en intentar ejercer más control en la publicación de estos blogs. La gente en su mayoría ya es consciente de hasta dónde puede llegar en función de la posición que ocupa o la función que desempeña.
Si no recuerdo mal IBM, y si no es así me corregís, sólo ha dado una norma a sus empleados para que la tengan en cuenta a la hora de bloggear y es «no seas estúpido».
Espero que tal tipo de normativa no se llegue siquiera a plantear en España. En Italia el año pasado ya hubo un intento de controlar el medio pero no pudo tirar adelante debido a la oposición que se produjo. Todavía tenemos mucho que avanzar pero en estos momentos creo que son tan importantes los artículos y los debates que se producen en la blogosfera española como la denúncias irónicas de «jarto» en «funcionata».
Curiosa noticia. O sea, que va a resultar que en pleno siglo XXI una serie como «Si, Ministro», hecha bajo el mandato de la férrea Señora Thatcher sería imposible de realizar ahora en UK, al menos en los capítulos que ofrecen una visión menos «amable» de la Administración. No está mal noticias como esta para que nos caigamos del guindo unos cuantos, entre los que me incluyo, que pensabamos que la Administración Británica era un modelo a seguir.
Bueno.
Muchos periodistas han firmado, a lo largo de la historia, con seudónimos. Y no siempre lo han hecho por preservar su anónimato, porque todos sabían quien estaba detrás de sus nombres ficticios.
En ocasiones, y no estoy hablando de ninguno de vosotros, la firma con nombre propio revela un cierto afán de protagonismo, del que yo personalmente huyo, y he huido siempre.
Mientras acababa la carrera trabajé en algunas revistas del sector, donde firmé, como muchos compañeros, casi siempre con seudónimo. Solíamos divertirnos inventando esos nombres ficticios que hasta tenían significado para nosotros. Era como buscar titulares para la portada, un momento de hacer risas y divertirnos un poco. No había afán de escondernos tras esos nombres, era sólo un juego.
No creo que el seudónimo quite credibilidad (por cierto no me tomo lo suficientemente en serio como para buscarla. Hablo con sinceridad, se que lo sabeís, y con eso me basta). Al contrario, en ocasiones cuando yo leo opiniones en los blogs, el carecer de información adicional sobre la persona que los firma, me permite reflexionar sobre esas opiniones sin contextualizarlas. No tengo pensamientos del género : «Claro…esto lo dice porque en el sitio donde está» . Creo que eso añade objetividad a mi lectura.
Y si, claro, firmar con seudónimo permite no tener que discutir con nadie en persona (por ejemplo jefe) sobre el contenido de lo escrito. Si alguien se empeña, no tengo más que responder: «Habla con Morgana. Yo no soy esa». Con sonrisa cínica, eso si, que no niego mi identidad con la cara.
El blog en el que escribo empezó como un juego. Eramos cuatro, quedamos incluso a comer un día en el museo del traje para repartirnos «los personajes»: una seria la maruja, otra una frivola, otra una empollona, etc… Luego sólo escribí yo, o casi, y en eso ha quedado.
LLevas razón, Félix. El hecho de poner el nombre verdadero da más credibilidad a lo que se escribe.
Creo que cuando un funcionario escribe sobre su Administración y los políticos se cabrean es porque ellos mismos se sienten aludidos o, dicho con otras palabras, porque «tienen caca»; si no ¿qué sentido tiene que se enfaden por lo que dice un simple funcionario?. Pues eso, porque posiblemente el simple funcionario esté diciendo verdades como catedrales y eso a ellos les molesta (a la prensa le tienen un miedo horrible). Ahora, cualquiera de nosotros puede escribir su opinión y eso a los gobernantes les pica.
A veces, el hecho de no estar callado acarrea muchos problemas al funcionario. Por eso, y como dice Alorza, en determinadas circunstancias no hay que picar el anzuelo.
Pero esto de los blogs es apasionante y sabiéndolo hacer no se incumple ninguna ley ni se atenta contra ningún derecho; por ello la posibilidad de que puedan convertirse en una herramienta de denuncia social asusta a la clase política.
Mi postura es clara: hay que dejar a los adultos ser adultos. Cuando uno se siente libre, suele hacer uso de su sentido común.
Si permitís que me ponga de ejemplo, este es un extracto de una entrevista reciente:
«- Tú trabajas en el Gobierno Vasco, ¿Crees que esta institución actúa de manera eficaz o hace lo suficiente por promover las TIC en la sociedad vasca?
El Gobierno Vasco trata de cumplir con su papel impulsor y regulador. Precisamente, al ser parte de él, no estoy en posición de criticarlo.»
Obviamente, hubiera sido una estupidez aceptar el cebo en este caso.
Claro que sí, Rosa. Pero noticias como ésta te hacen reflexionar, porque quizás sea sólo la punta del iceberg. ¿Porqué algunos funcionarios usan un alias y no se expresan con su nombre real?. Es obvio que eso te permite decir más cosas, inclusive las que no gustan a algunos.
El uso del nombre real te hace ser más comedido, al menos en lo que respecta a cuestiones directamente relacionadas con tu propio trabajo.
En cambio, creo que lo que uno dice con el nombre real tiene más fuerza, pues lo respalda con su persona. Precisamente porque reflexionas más, los resultados de tu reflexión al menos deberían ser más maduros.
De todos modos, tenemos entre manos una herramienta muy poderosa. Sería una pena no sacar todo el provecho posible de ella, siempre que sea bienintencionado, para mejorar las cosas.
La libertad de expresión es un derecho reconocido por la Declaración Universal de Derechos Humanos y por la Constitución Española. Por tanto intentar coartar este derecho supondría, probablemente, un atentado contra la humanidad (digo probablemente porque desconozco el alcance legal que esto podría tener). Cualquier persona tiene derecho a opinar sobre lo que le apetezca; lo que ocurre es que, al ejercitar el derecho de libertar de expresión, deben respetarse los derechos de los demás (de imagen, de honor, de intimidad, etc,).
Creo que ningún ministro, consejero o concejal puede censurar a un funcionario por gestionar un blog y opinar acerca de la Administración, siempre y cuando no infrinja las obligaciones inherentes a su condición de funcionario.
Por ello, si se dice la verdad, si se habla de hechos probados y no se calumnia ni se falsea la realidad, gracias a nuestra Constitución los españoles podemos hablar con libertad de lo que «nos de la gana».
Yo no propongo el control preventivo ni en la validacion de un superior jerarquico. Esto va a matar el blogging publico.
Propongo la auto-regulacion, que normalmente ya esta escrita en algun codigo de comportamiento interno. En Inglaterra, hablan del Civil Service Code. Imagino haya algo similar en Espana.
Y soy muy convencido que sin autoregulacion y limites, el blogging publico no tiene futuro.
Este interesantísimo tema es idéntico a escribir en la prensa firmando como titular de un puesto de trabajo de la Administración correspondiente. ¿Aceptamos que quienes están en la linea jerárquica deben moderar sus expresiones sobre los Responsables Políticos? ¿Sólo pueden hacerlo (como tales) sin opinar? Dejo fuera, claro los responsables sindicales.
Sin embargo hay muchos funcionarios (médicos, profesores) que escriben y firman cartas al periódico o artículos muy duros sobre aspectos de su competencia. No conozco expedientes disciplinarios al respecto.
No podemos convertir a los blogeros funcionarios en eunucos políticos, pero sí deben cuidar la información que trasladan si la conocen por su tarea tanto si firman con o sin su verdadero nombre.
Es un gran debate. Gracias por presentarlo.
Es un tema objeto de debate como dice osimod, pero estoy de acuerdo con Morgana, aquí no valen medias tintas. O hacemos a todo el mundo cercano al estrato superior (ojo al limite de dicho estrato) o dejamos que todo el mundo hable.
Derivando a ambos lados, el estrato superior acabará pidiendo a su alrededor gente de TOTAL confianza… ¿que es peor? se abren las apuestas… abran juego señores 🙂
Pues que alguien me avise cuando lo implanten por aquí, que me veo en el talego.
¿También van a impedir las reuniones privadas en las que los funcionarios hablen de forma «no amable» con el apaato estatal?
¿Osimod: esta noche, que voy a un cumpleaños, no me está permitido hablar de la actitud de mi ministro?
Carlos lo siento pero no estoy de acuerdo, esta es una simplificacion muy grande. La funcionaria tenia un blog donde hablaba de cosas sensibles como la actitud del ministro, incluso llego a anticipar algunos detalles del budget.
Es un evento superimportante y el debate que se ha desarrollado es fundamental para desarrolar una «governance» compartida de la administracion abierta.
Si quieremos de verdad una administracion abierta, tenemos que desarrollar una cultura de respeto y tambien de «limites».
Puedes ver algunas refleciones muy buena en http://whitehallwebby.wordpress.com/2008/03/11/civil-serf-final-thoughts/
Es un tema muy importante, que merece una reflexion compartida.
Por quien esta enteresado: empiezamos a utilisar un TAG compartido por ejemplo egov2governance en nuestros blog y delicious?
Mala noticia para la posibilidad de una Administración que aprende.
http://reflexionesderutilio.blogspot.com/2008/02/invitacion-cerrar-un-blog.html