Estas últimas semanas, sobre todo en la parte progresista de la red, se está hablando y mucho del ciberacivismo y del cibermilitante.
Hemos pasado en pocos años, 3 ó 4 a lo sumo, de un término relacionado con lo suburbano y la cultura ciberpunk a algo que se está intentando institucionalizar dentro de los partidos políticos.
Nadie va a negar que los partidos políticos tienen en cuenta Internet y las herramientas que ofrecen para hacer campaña, sensibilización e incluso astroturfing. Y nadie va a negar tampoco que la discusión política ha saltado de las agrupaciones políticas a la red permitiendo que esas conversaciones se produzcan entre militantes y simpatizantes de diferentes opciones políticas.
Se está debatiendo en el PSC, está en el candelero del PSOE pero no acabo de encontrar un movimiento similar en el PP aunque también hayan tenido iniciativas en la red durante las últimas contiendas electorales.
El problema radica en si un tipo de actividad (la digital) conllevará los mismos derechos y deberes que que la otra (la de toda la vida). Hay gente a favor y por supuesto en contra. Hay que reconocer que la definición de una nueva figura en el activismo político por las organizaciones políticas podría dar aire nuevo a estructuras en muchas ocasiones anquilosadas.
De todas maneras no creo que suponga la escisión de ningún partido que se llegue o no a un consenso sobre este tema. Lo que si que hay que tener en cuenta es que el político como tal tiene que empezar a gestionar su identidad digital adecuadamente y no precisamente no alimentando esta faceta. Tiene que empezar a tener en cuenta nuevas sensibilidades y por supuesto aprender a moverse en el medio digital.
Gracias al efecto bola de nieve desde otros países las TIC se van incorporando en el día a día de la mayoría de los ciudadanos y hay un palpable cambio de costumbres como la reducción de las horas de televisión y el aumento del uso de Internet.
Estos cambios han influido en que este tipo de activismo, el político en la red, haya pasado de ser algo marginal a adquirir normalidad. Hoy en día es más fácil poner en marcha un blog o una plataforma de protesta que pintar y colgar una pancarta en el balcón de tu casa.
Esta variedad de actores, de activistas que no tienen ningún tipo de vinculación con ninguna organización política está tensionando las organizaciones tradicionales que se ven empujadas a adoptar nuevas herramientas si quieren seguir teniendo visibilidad de cara al electorado.
La evolución hacia modelos no definidos provoca incertidumbres y miedos por los que no se ven capaces de adoptarlos o por que ven en ellos la pérdida de un modelo conocido.
De la misma manera que los usos están cambiando creo que el modelo del afiliado tiene que modificarse para acoger un nuevo perfil, con sus derechos y deberes específicos. Igual que la Administración Pública empezó a poner en marcha servicios 7/24/365 con la administración electrónica para facilitar la vida al ciudadano ahora le toca el turno a los partidos políticos de abrir esos canales a una figura que seguramente por trabajo, familia o intereses le sea difícil de participar “internamente” en un partido político. Pero no por ello, igual que los ciudadanos, tendría que tener menos derechos y deberes que el ciudadano que acude a la ventanilla correspondiente a realizar un trámite.
Recapitulando. Habilitar una agrupación virtual y la figura del ciber-afiliado (hagamos caso a Antoni GR en la denominación de la figura) tiene que ser un complemento más para que se pueda participar de la vida interna de los partidos. El hecho de utilizar internet como campo de activismo no tiene que presuponer que no se pueda participar de una manera más presencial, pero que realmente se habilitaran canales de participación política interna on-line daría un empuje significativo a los procesos de democracia interna.
Además ¿No tendrían los Partidos Políticos la obligación con la LAECSP de habilitar sus servicios por medios digitales?
@Julia Silveira López: Me alegro, yo también he tomado nota del tuyo para ir dándole un vistazo y espero que un día de estos nos veamos las caras…
Saludos,
Carlos:
Tienes toda la razón. Ayer tarde comentado el hecho con José Rodriguez ya me lo hizo ver. Soy novata en estos lares y a veces un poquitín visceral en mis expresiones. Son dos errores que debo enmendar y te aseguro que estoy en ello.
Tienes razón en las dos cosas, en que me precipité en mis comentarios, por lo que te pido disculpes mi ignorancia, y en lo que dices de los símbolos, sin embargo y aun corriendo el riesgo de no ser objetiva, cuando una tiene ya cierta edad y ha visto de cerca tantas injusticias, toca mucho la moral ver como los verdugos se montan en el dolar comercializando los símbolos de aquellos a quienes ellos mismos eliminaron.
Bueno, que sepas que seguiré de cerca tu blog porque creo que es muy interesante.Y prometo ser más paciente y menos prepotente en el futuro.
@Julia no se el porqué de tu último comentario y más cuando al haber escrito yo el último mio el tuyo todavía no constaba, imagino por tanto que si te refieres a que no te haya contestado ni mucho menos lo he hecho con intención, sencillamente no tenía constancia del mismo.
Segundo, creo que no somos elitistas, al menos yo no me considero así… No tengo nada que perdonar, pero si que te pediría un poco de paciencia por que a veces la tecnología o las circunstancias hacen que la interacción no sea tan fluida como se quisiera. Creo que es la primera vez que dejas un comentario aquí y te pediría que vuelvas cuando quieras.
Y tercero, contestando a tu comentario… Cierto que o se dan cuenta o se verán inundados por lo que viene, y algunos ya están iniciando ese proceso, pero esos símbolos de los que hablas y que pueden ser significado de revolución y conquistas dejemos que se popularicen aunque se hagan ricos algunos. No creo que por que una niña de papá lleve una kefia esta pierda el significado por que lo seguirá teniendo para quien lo tiene. Es como todo, el valor de las cosas o de los símbolos en este caso radica en lo que cada uno quiera asignarle.
Saludos y sobre todo paciencia…
Perdona Carlos por haberme entrometido en vuestro sofisticado mundo de blogueros elitistas.
No te preocupes, no lo volveré a hacer.
@ocortes: creo que cada vez son más conscientes ya que cada vez hay más gente que es consciente de lo que está ocurriendo fuera de los partidos en torno al 2.0 por eso el cambio se irá produciendo pero con muchas reticencias. Como siempre las organizaciones tradicionales van por detrás de como va evolucionando la sociedad.
@Manuederra: vamos a aplicar la teoría del caos y encontrar el orden dentro de ese desorden. Hace falta cambiar ciertos paradigmas de gestión sobre todo en lo relacionado con la comunicación y la información.
Creo que, como todos los movimientos de modernidad que han habido antes que este, tanto partidos políticos como sociedad en general necesitan tiempo para asimilarlo. Eso es todo.
Es cierto que los partidos, como toda organización corporativa, suelen ser conservadores en sus formas y elefantinos en sus ritmos de movimiento. Pero por más que intentaran frenarlo, es del todo imposible evitar que los elementos de la sociedad más predispuestos a cambios sigan avanzando en nuevas conquistas. Esto es así desde los tiempos de las cavernas, unos se quedaron encerrados en ellas y otros salieron en busca del fuego. Los partidos políticos, si no quieren desaparecer, no tendrán más remedio que aceptar las nuevas formas de militancia, sobre todo porque suelen estar formadas mayoritariamente por jóvenes, que es el capital humano que más falta hace en todos los partidos. Otra cosa es que los ciberactivistas estén al loro y no permitan que la lenta pero potente máquina de los partidos no los engulla como ha sucedido con tantas otras conquistas de los más atrevidos. Y si no, pasen y vean, pasen y vean a los símbolos de los sueños revolucionarios convertidos en modas que hacen ricos a los mismos que los mandaron ejecutar, como por ejemplo la imagen de El Che o la kefia que hizo famosa Yaser Arafat y que ahora trata de poner de moda hasta el mismísimo Balenciaga para deleite de las niñas de papá.
«El que se mueve no sale en la foto», principio inspirador de cualquier aparato político.
Característica básica de la red: puro movimiento, caótico, desigual, informe-deforme,….
Sospecho que son contradictorios en sí mismos, así que, una de dos: o convertimos la red en algo estático y controlable en sus formas de expresión (me da que va a ser imposible), o cambian los partidos actuales y sus formas de relacionarse con una sociedad que se mueve, y no únicamente en los virtual.
¿Tú crees que los partidos políticos son conscientes del movimiento asociado a las tecnologías 2.0? Yo creo que son reacios y conservadores; en este sentido es posible que su lentitud se vea desbordada por ell tsunami del 2.0 que comentaba en uno de mis últimos posts. http://i-publica.blogspot.com/2008/06/la-poltica-y-el-tsunami-20.html
Post en K-Government Ciber… Activistas, Militantes, Afiliados, Políticos: Estas.. http://twurl.nl/vfp2c4