Funcionarios, privilegiados en la crisis

Dos importantes características del régimen estatutario funcionarial son la estabilidad laboral y la poca variabilidad en los ingresos de los empleados públicos. Nuestros puestos de trabajo gozan de una seguridad envidiable (de hecho somos propietarios de nuestros plazas que ganamos en oferta pública), y eso es quizá lo que hace que muchos ciudadanos se marquen como objetivo prioritario el acceso a la función pública. Y nuestros ingresos suelen variar poco salvo que el funcionario pueda acceder a algún puesto mejor remunerado.

Esta certidumbre de nuestro sueldo es la que impide que en épocas de bonanza económica, los funcionarios nos beneficiamos ya que nuestros sueldos se limitan a subir, poco más o menos, lo que marca el IPC, y acaso las décimas que los sindicatos pueden arañar en las reuniones en las que se decide sobre los Convenios y los Acuerdos Marco.

Pero de la misma forma, cuando la crisis económica se ceba con el país, los funcionarios seguimos manteniendo, más o menos, nuestra capacidad económica, y sobre todo nuestro puesto de trabajo. (En realidad podría ocurrir que nuestros sueldos se congelaran, como ya ocurrió en el año 1997, lo cual sería un mal menor comparado con la pérdida del puesto de trabajo que amenaza a muchos trabajadores asalariados, pero es que además, muchas administraciones paliaron dicha pérdida de nivel adquisitivo aplicando otras compensaciones. Y yo creo que nos es fácil que vuelvan a congelarnos el sueldo).

Como digo, en épocas de crisis somos unos privilegiados porque conservamos nuestro puesto de trabajo y el sueldo. Pero no sólo eso, los funcionarios salimos mejor parados en las épocas de crisis porque nos beneficiamos de las medidas que el gobierno pueda tomar para incentivar el consumo y también de las bajadas de precio que suelen producirse en estas situaciones.

Y cuento todo esto porque la semana pasada, cuando mi familia y yo nos disponíamos a salir a comer fuera cumpliendo con nuestra costumbre sabatina, mi mujer me dijo que quizá deberíamos quedarnos a comer en casa para solidarizarnos con la crisis. Le contesté que la mejor forma de solidarizarnos es salir y gastar, hacer que el dinero se mueva y consumir todo lo que podamos dentro de nuestras posibilidades.

Entonces recordé un informe del Ministerio de Administraciones Públicas sobre el empleo público en España en el 2007. Dicho informe afirma que el 12,51% de ocupados lo son del sector público, lo que hace un total de 2.512.000 empleados públicos. Está claro que se trata de un gran colectivo que a buen seguro tiene un importante peso en la economía española.

Por eso he pensado que una buena forma de ayudar a España a salir de la crisis sería que los funcionarios, cuyo sueldo y puesto de trabajo tenemos asegurados, gastemos tanto o más que en los períodos de bonanza y así ayudaríamos a reactivar la economía.

Como siempre digo, una de mis peregrinas ideas.

20 comentarios en «Funcionarios, privilegiados en la crisis»

  1. Hasta cuando vamos a ser siempre los mismos los que levantemos el país. Invito a todo aquel que quiera un puesto de trabajo en la administración que apruebe las oposiciones que he aprobado yo con todo el esfuerzo que eso implica y sólo para ganar mil euros y soy licencia en derecho y podía estar ganando mucho más en la privada.
    Ahhh lo del esfuerzo parece que ya no os gusta tanto verdad?, ya decía yo, aquí quien es vago entonces?

  2. el ser funcionario no es sinónimo de ser vago, cuando acabé la carrera me podía haber colocado en un puesto de trabajo ganando una pasta, opté por prepararme oposiciones y me machaqué en ello, nadie de mi promoción se planteaba eso porque según ellos perdían mucho dinero y ahora que pasa que yo que soy un currito del estado tengo que pagar la mala gestión del gobierno y apretarme el cinturón mientras los demás no lo hacéis, esto es una VERGÜENZA,todo el dinero que se va en ministerios absurdos y en subvenciones de risa para la captación del voto.

  3. Yo trabajo en la empresa privada, y salvo que tengas un puesto alto, de los que tampoco hay demasiados en cada empresa, no cobras ni de lejos lo que un funcionario que tenga la misma preparación, Ni siquiera en las épocas de mayor bonanza.
    De echo he estado siguiendo estos años pasados las oposiciones al cuerpo de Ingenieros de Obras Públicas y para mi sorpresa, siempre se ha presentado un gran número de personas (que se suponen que debían tener unos puestos de trabajo muy bien pagados gracias al Boom de la construcción).

    1. Yo también trabajo en la empresa privada y estoy totalmente de acuerdo con el comentario anterior. En estos momentos de crisis, los funcionarios argumentan que se decantaron por la estabilidad laboral mientras que otros querían aprovechar la empresa privada para ganar un sueldo más alto… ¿Saben estos funcionarios algo diferente a tomar un café? Señores, que sois muchos y muy vagos… que en la empresa privada los sueldos son más bajos salvo en contadas ocasiones y además son gracias a esas empresas por las que estáis como estáis… no se os olvide nunca, panda de VAGOS

  4. Siguiendo con el tema de los privilegios, para llevarlo al tema de lo corto que es el salario en el Estado, y tomando ideas de otros, voy a hacer una reflexión.

    Durante mi vida laboral he postulado a muchas empresas; he presentado mi CV, he seguido sus procesos de selección y, en algunos casos, me han seleccionado y he trabajado con ellos. La última empresa a la que he postulado es la AGE (Administración General del Estado). Esto lo puede hacer cualquiera.

    Para mí un privilegio es algo que se te concede por ser vos quien sois, sin habértelo ganado ni merecido. A mí nadie me ha concedido nada; me lo he trabajado, muy duro. He postulado a una empresa, AGE, que tiene unos procesos de selección MUY duros y MUY exigentes; y los he superado; me lo he ganado. E igual que yo lo puede conseguir cualquiera; como dijo Leonardo Di Caprio durante el rodaje de Titanic: el que quiera peces… que se meta en el agua.

    Evidentemente he postulado por esta empresa (AGE) porque las condiciones que me ofrece (incluyendo las salariales) me compensan a las que ofrecen otras empresas. Pero estas condiciones no son más que eso: condiciones. No son privilegios. Si dentro de un tiempo otra empresa ofrece unas condiciones similares (y establece unos procesos selectivos de igual dureza), ¿serán privilegios?
    Siguiendo este razonamiento, llevándolo al absurdo, bien podría mañana mi jefe decirme que hacer horas de esfuerzo en su empresa es un privilegio (que hay gente que no tiene porque no trabaja en esta empresa o que, directamente, no puede trabajar). Vamos, lo que normalmente se llama «presionar al currito para que haga horas extra gratis con amenazas veladas de despido». Un saludo para mi querido jefe.

    No sé si los funcionarios se quejan (nos quejamos; aún no he firmado) mucho, pero no veo qué tiene esto de malo. Siempre he dicho que si algo no te gusta, si crees que algo no es justo, tienes dos opciones: protestar y luchar para que cambie o mirar para otro lado.
    Mirar para otro lado para mí sería cambiar de empresa.

    A mí, sinceramente, las condiciones que me han ofrecido en AGE me han parecido lo suficientemente buenas como para postularme como trabajador. Pero sigo pensando que el salario es muy bajo, insuficiente para sacar adelante una familia. Y protesto 🙂

    Un abrazo.

  5. ¿Seguro que tienes que consumir?
    España tiene un déficit comercial terrible, que le hace depender del crédito exterior.Eso es debido a que el ahorro interno no es suficiente para financiar la inversión. Si en lugar de consumir ahorras, ayudarás a paliar ese desequilibrio.

    Aunque como liberal te aconsejo que me envíes a freír espárragos y hagas con tu dinero lo que te dé la gana. Es la mejor forma de contribuir al bien común.

    1. @David Bensoussan, bueno igual en lo que hay que consumir es en bienes y servicios que no tengan que ser importados. De esta manera corregir el déficit comercial y se impulsa la generación de bienes y servicios producidos aquí. Y respecto del liberalismo que quieres que te diga que cada uno haga lo que le de la gana está bien, pero que lo haga pensando en el conjunto de todos y no en uno mismo. De esa manera nunca llegaremos a hacer nada más que acrecentar egoísmos y pisarnos unos a otros…

  6. Como JoséCarlos pienso que no es para nada un regalo. Muchos hemos sacrificado sueldos que duplicaban los que íbamos a cobrar en la Administración a cambio, precisamente, de esta estabilidad y, por qué no decirlo, mejorar la calidad de vida (por aquello del horario y días laborables ;-)). Eso sin contar es esfuerzo que supone superar las oposiciones…
    Ahora, cosa distinta es que, como tus cargas familiares sean elevadas, vayas a poder colaborar mucho en la estrategia keynesiana… A mí sólo me queda animaros a todos los que podaís, pero desde la barrera… con dos hijas y un único sueldo de funcionata en la casa… mis salidas sabatinas se producen en contadas ocasiones…

    1. @R. Jordan,

      El privilegio al que me refiero es a la estabilidad laboral y económica que tenemos en tiempos de crisis, no a que nuestros sueldos sean como para tirar cohetes.

      Es cierto que se cobra poco, pero como tú mismo dices muchos prefieren la estabilidad laboral aunque suponga un sueldo menguado. No obstante, comparar el sueldo en términos absolutos no me parece demasiado justo, lo que habría que comparar sería la relación sueldo/horas_trabajadas de un empleado público con el de otro trabajador de similar categoría en la privada. O la relación sueldo/calidad_de_vida de ambos.

      Y si pido colaboración para salir de la crisis no me refiero a tirar la casa por la ventana, sino a seguir con nuestro consumo habitual ya que la crisis no nos afecta negativamente, más bien al contrario, nos afecta positivamente con las bajadas de los precios (acabo de echar combustible y he comprobado que está un 10% más barato que hace 2 ó 3 meses). Y por eso quizá podríamos gastar un poco más de lo normal.

      Lo que no concibo es que mis compañeros funcionarios se quejen de la crisis, ya que a ellos no les perjudica.

      1. @Crandell,
        Coincido contigo en que lo que no es de recibo es que los funcionarios nos quejemos por la crisis… es sobre todo una falta de respeto hacia quienes de verdad la están sufriendo… quién más y quién menos tiene a alguien cerca que la sufre en sus carnes (familiares y/o amigos que van al paro o que los ingresos de su pequeño negocio caen en picado)… Sobre esto ya antes de entrar en la Administración tenía mi propia teoría… LOS FUNCIONARIOS SON EL COLECTIVO QUE MÁS SE QUEJA. Quizás sea por uno de los beneficios que tenemos, lo de la calidad de vida (menos horas/días de trabajo), o yo que sé, pero desde luego cuando trabajaba en el sector privado (una empresa dedicada a la venta de equipos informáticos) quienes más «lata» daban eran los funcionarios; llegué a desarrollar una extraña habilidad para identificar a los funcionarios sin ni siquiera preguntarles dónde trabajaban 😉
        Cierto es también que no es justo comparar directamente sueldo sin corregir las diferencias en cuanto a calidad de vida… a mi modo de ver salimos ganando; por ello me preparé las oposiciones. Pero eso no deja de producir que los ingresos netos sean inferiores a los que tenía en el sector privado… Desde luego no me quejo, fue mi elección y estoy muy satisfecho con lo que tengo; pero sí que me mina la posibilidad de colaborar activamente con la estrategia keynesiana… lo siento, pero yo tengo que seguir consumiendo tan poco como antes de la crisis.

  7. Crandell, dime en que administración se cobra eso de sueldo base en un grupo C1, puesto que es superior a mi sueldo base como funcionario del grupo A1 de la Administración General del Estado es de 1.135,11 euritos, lejos de esos 1243,39 euros brutos que citas. De todas formas, a pesar de tener derecho a quejarnos por nuestros sueldos, comparto contigo que somos unos «privilegiados» en tiempos de crisis, aunque ese privilegio no es un regalo.

    Así, no puedo menos que apoyar ese «champiñón» que surgió de tu mente y con ese gesto de incrementar el gasto propio, poner nuestro granito de arena para esa reactivación económica.

    Saludos.

    1. @José Carlos,

      Disculpa el dato erróneo que lo saqué de un panfleto sindicalista a todas luces erróneo.

      A cambio te linko el título III sobre los gastos de personal de la Administración de los Presupuestos Generales del Estado del 2008 donde está la información de primera mano al respecto: http://noticias.juridicas.com/base_datos/Fiscal/l51-2007.t3.html#a28

      Por cierto, comparto contigo que este privilegio no es ningun regalo.

      Saludos.

  8. Buenas. A mí me ha surgido una duda con todo esto…

    Acabo de aprobar TAI (Técnico Auxiliar del Estado) y he visto los sueldos que cobra (cobraremos) los C1; rondan los 1.000 euros, 1.100 en el mejor de los casos.

    Sinceramente… tal y como están las hipotecas, el carrito de la compra, los cafés del desayuno… ¿cómo se pude sobrevivir con este sueldo?

    Yo sabía que en el Estado no me iba a hacer rico, tampoco lo pretendo, pero… lo que no pensaba es que trabajando para el Estado no iba a poder sobrevivir. ¿Cómo es esto posible?

    1. @CHucky,
      No te fíes mucho de lo que te voy a decir, pero creo que el salario base del grupo C para el año 2008 es de 1.243,39 euros brutos.

      claro que a esa cantidad debes sumarles los complementos específicos y de destino, que depende de la Administración en que trabajes.

      Saludos.

      1. @Crandell,
        No me fiaré, ya que lo dices 🙂

        Los datos que yo manejo (que tampoco te puedes fiar de ellos, que me lo ha dicho un amigo de un conocido de la vecina de mi suegro) son: para un C1 un sueldo de 718,14 €; y un complemento de destino de 336,89 € (total 1.055,03) para un Nivel 15, 360,02€ (1.078,16) para un nivel 16 y 383,07€ (1.091,21) para un Nivel 17 (siempre hablando en bruto).

        Corregidme, pero creo que falta por añadir el complemento específico y descontar las retenciones.
        Vamos… la ruina 😀

        Abrazos varios

  9. En efecto, es en estas situaciones, rodeados de -hipócritas, en su mayoría- EREs por todas partes, en que algunos trabajadores del sector privado nos arrepentimos de no haber optado a aquellas oposiciones… Pero cuando la cosa va bien, te recocijas al saber que tu salario dobla el de tu cuñada. Es así.

    Para mi lo peor es que a medida que pasa el tiempo, las empresas sólidas, aquellas que nunca te iban a dejar tirado, son cada vez menos. Y que a medida que pasa el tiempo ves cada vez más complicado volver a empezar en otro sitio.

    Así que es de agradecer vuestro keynessiano planteamiento familiar: reforzar la demanda, en época de contracción, desde el sector público «familiar».

  10. Pues así es, en efecto. Los funcionarios vivimos un extraño engrandecimiento en épocas de crisis, por comparación con lo mucho que puede aceptar dicha crisis a los trabajadores del sector privado. Claro que mejor que ser funcionario es ser ejecutivo: si la cosa va bien, te premian, y si la cosa va mal, te premian aún más vía indemnización!

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