¿A quién tengo que votar?

Quiero hacer un paralelismo entre el proceso electoral que se está dando para la presidencia del Fútbol Club Barcelona y cualquier otro de ámbito político. Tener ínputs de esta carrera electoral para algo que la verdad no me importa demasiado me ha hecho plantearme que debe ser la sensación que mucha debe de sentir cuando se acercan unas elecciones (ya sean municipales, autonómicas, generales o europeas). Y a pesar de esta desafección que siento por esta contienda electoral me he planteado que con la información que dispongo, de los ínputs recibidos y de lo que en un momento u otro me han explicado conocidos y amigos, preguntarme ¿A quién votaría?

Reconozco que no las he seguido por que como ya he comentado antes, no me interesan demasiado. Pero a pesar de mi desinterés la cobertura mediática ha sido muy amplia, creo que la más grande que nunca se haya dado para la elección a presidente del Barça. Incluso ha habido en TV3 un debate de los diferentes candidatos, han habido reportajes, se ha hablado en la radio y por supuesto han sido las primeras elecciones a un club de fútbol español que ha movilizado en las redes sociales a unos y a otros.

Por lo tanto, aunque no haya querido, me he enterado que hay elecciones, que son el 13 de Junio y que hay cuatro candidatos. Me han llegado ínputs de acusaciones de unos candidatos a otros, de descalificaciones por no respetar normas establecidas, de intento de delfinato por parte de Joan Laporta y como no, de acusaciones de politización de los diferentes candidatos.

Pero vuelvo a decir que no ha despertado mucho interés en mi. Y me imagino que muchos ciudadanos cuando llegan elecciones deben de tener la misma sensación. Candidatos, partidos, acusaciones, descalificaciones y más de lo mismo una y otra vez.

Con todo esto intento ponerme en situación e intentar decidir a quien votaría si tuviera derecho a voto. Y la verdad es que lo único que prevalece en mi cabeza es una conversación mantenida con una persona a la que le tengo mucha confianza, una persona que se que tiene mucho criterio. Y esa persona me comentó que él votaría por Marc Ingla. Y sabéis qué? Qué yo también lo haría. Que no tengo ni idea de fútbol, que todo lo que se ha dicho en la campaña no ha despertado mi interés, pero confío en esa persona, qué queréis que os diga.

Y me imagino que a muchos ciudadanos les acaba pasando algo parecido. Pese a que son bombardeados durante la campaña (y los meses anteriores) con el qué hemos hecho, con el y tú más, con el que tenemos que renovar, etc, etc. Seguramente el social shopping es lo que se acaba imponiendo en muchísisma gente. Confían en lo que les dice un igual, alguien que para ellos se ha convertido en un prescriptor.

¿Pero qué ocurre cuando en tu red social no hay un prescriptor de estas características? Desafección, abstención… Y esta va en aumento.

Quizá nos indique que estas figuras van a la baja y quizá nos indique que partidos y políticos tengan que trabajar para impulsarlas en la sociedad con el objetivo de volver a ganar la confianza de la ciudadanía.

Quizá tengan que trabajar para que aquellos que ya tienen ganada la confianza de los votantes puedan recomendarlos y de esta manera recuperar la confianza perdida.