Capitalizar el enfado en las elecciones catalanas

El mes de agosto no ha sido más que un paréntesis para todos aquellos que han tenido la gran suerte de romper con la rutina diaria y poder escaparse a algún lugar olvidado o dónde la información de la Terra no llega. Es decir, con más o con menos impacto mediático se han sucedido los movimientos de la partida de ajedrez que supone las próximas elecciones catalanas, pero si has tenido la suerte de irte a un pueblo sin cobertura y en el que la TDT se veía más mal que bien seguramente no te habrás enterado de nada.

Son dos partidos los grandes rivales de esta partida, aunque expectantes del juego y esperando recoger votos que se vayan cayendo por el aburrimiento, pero sobre todo por el enfado ya hay varios. Tanto PSC como CIU están jugando a ofrecer sus siglas como un reconfortante al enfado del votante con el que hasta día de hoy ha sido su partido. Por un lado Collboni hace un llamamiento a los votantes de CiU desencantados unos por el giro radical de sus propuestas soberanistas y otros por no asumirlas plenamente. Y por el otro Felip Puig y Mas invitan a catalanistas del PSC a unirse a su partido haciendo prevalecer la «idea fuerza» del catalanismo por encima de cualquier bienestar de la ciudadanía.

No nos olvidemos del resto de partidos del arco parlamentario catalán como ICV, ERC, PPC y C’s. ICV se está diluyendo en la política catalana y fuera de capitalizar su no frentismo con el resto tampoco parece que hagan ningún movimiento por ocupar espacios ideológicos que se les están escapando, principalmente por el desencanto de la ciudadanía con la política. ERC es quizá la que saldrá más perjudicada por la aparición de nuevas marcas independentistas como RCat o SCI, haberse convertido en un partido de establishment si que ha desencantado a muchos cuyo primer objetivo es la independencia de Cataluña. PPC y C’s van a tener que compartir aún más, si pueden, su espacio electoral (que aunque está creciendo) con la formación de Nebrera, de Rosa Díez y si me apuráis en algunos aspectos con PxCat. En fin lo que podría suponer para algunos reforzar su posición en el Parlamento catalán, con todos estos nuevos jugadores vamos a ver una verdadera balcanización de opciones políticas minoritarias y posiblemente un refuerzo del bipartidismo catalán.

En fin, son muchos los que pretenden a los que tienen los otros ¿Pero serán capaces de motivarlos y seducirlos? ¿Serán capaces de manetener a los suyos votando fielmente su papeleta? y quizá la pregunta más importante ¿serán capaces de movilizar al electorado para que vaya a votar y superar una abstención creciente elecciones tras elecciones?