Telefónica especulativa y Vodafone agresiva

Tenemos en el candelero estos días un globo sonda lanzado por el CEO de Telefónica, Julio Linares, sobre la posibilidad de introducir modificaciones a las condiciones de uso de tarifas planas debido, según él, a un uso indiscriminado de datos por una parte de los usuarios. Hecho que, afirma, puede llevar a la quiebra al actual modelo de negocio.

Legalmente pueden hacerlo ya que no hay ninguna legislación al respecto, por lo tanto pueden hacerlo sin problemas. Y según algunas voces no lo hacen de inmediato por miedo a que las otras operadoras no lo hagan y perder buena parte de sus clientes. Si tenemos en cuenta la neutralidad de la red y que la calidad del servicio (relación calidad precio) en España aún le queda mucho para asumir los niveles que se ofrecen en Europa, esta modificación de tarifas puede suponer un varapalo a la promoción de la sociedad de la información ya que implicará, si cabe, más desventajas frente al resto de europeos en el acceso a Internet. Parece que lo que están proponiendo es volver al sistema tarifario de anterior a las tarifas planas.

Puedo entender que si las condiciones cambian también lo hagan las estrategias comerciales. Y en este sentido esta misma semana después de muchos años he dedicido cambiar de Telefónica a otro operador que me ha ofrecido unas condiciones más ventajosas, aunque no más ancho de banda ya que sólo dispongo en estos momentos de una conexión de 6mps. Y todo por que Telefónica tampoco se ha preocupado de mantener a sus clientes ni de ofrecer planes de servicio adaptados a sus necesidades. Yo por ejemplo la voz ni la utilizo y me hubiera gustado poder disponer sólo de datos y por supuesto más capacidad, pero en lugar de eso dejan entreveer que «o se consumen menos datos o cambiaremos las tarifas».

Y todo esto a que ha venido. Pues sencillamente a que la filial de Telefónica en Reino Unido, O2, ha decidido dar el paso por que al comercializar en exlusiva el iPhone se han encontrado con que el consumo de datos se les ha disparado. Y de lo que no se dan cuenta es de que son ellos mismos los que están provocando esta situación con sus políticas comerciales agresivas.

Y aquí entro con Vodafone. Después de llevar con ellos muchos años también he decidido dar el salto a otro operador. Y no porque me hayan ofrecido mejores ventajas, que así ha sido, sino por pretender engañarme y supongo que a muchos otros usuarios también.

El caso es que esta semana pasada recigo un sms de Vodafone informándome que ya tengo activada mi tarifa plana de datos por 15€ al mes y a mi se me queda la cara de asombro ya que yo no he solicitado tal servicio. Al llamar al servicio de atención al cliente me informan que se me han activado automáticamente el servicio ya que dispongo de un móvil de última generación pensado para navegar por Internet. Dejando la discusión aparte del porqué tienen que hacer algo así sin el consentimiento expreso del cliente a la hora de pedir la baja del servicio y que me digan que lo tenía que hacer vía fax vuelvo a llamar y esta vez consigo que me den de baja aunque no son capaces de asegurarme que no vuelva a pasar la activación ya que el sistema es automático. Siento esto ya la gota que colmó el vaso, vaso que ya se había ido llenando durante todo el mes de agosto al recibir hasta tres veces al día llamadas del 1444, servicio comercial de Vodafone, para ofrecerme no se que servicios. Vamos, que mientras que otras operadoras dicen que Internet es un derecho, Vodafone lo impone como una obligación.

En fin, que el camino del monopolio de las operadoras llamado Redtel ya se encargará de marcar el camino tal y como lo hizo con el tema del wifi ofrecido por algunos ayuntamientos. Ya sabemos también declaraciones como las de Julio Linares no han de sorprendernos. César Alierta en 2005 dijo que la falta de promoción de la Sociedad de la Información en España se debía al desinterés de los españoles y no a la falta de infraestructuras ni a los elevados precios de acceso, pues bien, pese a ello el uso de Internet se ha extendido y la culpa vuelve a ser de los usuarios de que las cosas no funciones bien.