Hoy comenzaré contando una pequeña historia:
En una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Al despertar, mandó llamar a un adivino para que interpretase su sueño.
-¡Es terrible, mi Señor!- exclamó el adivino -Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad-.
-¡Eres un insolente!- gritó el Sultán enfurecido -¡Cómo te atreves a decirme semejante cosa!, fuera de aquí.- Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Seguidamente ordenó que le trajesen a otro adivino y le contó el mismo sueño.
Después de escuchar con atención al Sultán, le respondió:
-¡Vuestra Majestad, Una gran felicidad os ha sido comunicada! El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes.-
El rostro del Sultán se ilumino, y con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
-¡No es posible!, la interpretación que habéis hecho del sueño es la misma que la del primer adivino. No entiendo por qué al primero le castigó con cien latigazos y a ti te ha premiado con cien monedas de oro.
Recuerda bien amigo mío -respondió el segundo adivino- que todo depende de la forma en el decir.
Nadie duda del poder de las palabras. Como dijo Albert Einstein, «nuestro lenguaje forma nuestras vidas y hechiza nuestro pensamiento«, porque las palabras son un reflejo de nuestros pensamientos y sentimientos. Pero ya está bien de historias, citas y frases rimbombantes, y vayamos al grano.
Resulta que en uno de los ámbitos en los que me muevo abundan las mujeres, y eso que pudiera ser una ventaja para alguien como yo que se complace con la compañía femenina, a veces se convierte en una emboscada, y es que en este colectivo todas se declaran feministas, y en el seno de este grupo se está produciendo un rebrote de este movimiento. Vuelven al ataque, y de nuevo lo hacen criticando al lenguaje como causa y efecto muy importante de la discriminación que dicen padecer.
No comparto tal afirmación que sitúa a la lengua española como enemiga de la igualdad de género, pero tampoco voy a discutirlo con ellas porque el fundamentalismo que las domina no facilita el debate. Pero en este sitio en el que me puedo expresar libremente, pero sobre todo con tranquilidad, quisiera exponer una duda lingüística que siempre me sorprendió relativa al movimiento feminista y sobre la que nunca he oído comentario alguno.
Voy a hacer mi exposición paso a paso, de manera casi telegráfica, de modo que si en alguna de mis afirmaciones me equivoco, ustedes podrán corregirme con facilidad y seguramente mi conclusión se convertirá en errónea. Ahí va:
- El término feminista se deriva de femenino.
- El antónimo de femenino es masculino.
- Sin embargo, el antónimo de feminista es machista.
- Aunque, por pura lógica y siguiendo criterios de homogeneidad, el antónimo de feminista debería ser algo así como masculinista.
- O, desde otro punto de vista, quizá el movimiento de igualdad para las mujeres debería llamarse hembrismo o hembrista, en contraposición a machismo.
Esto, que parece un juego de palabras en realidad encierra más importancia de la que aparenta, y aquí viene la segunda parte del razonamiento.
Los términos femenino y masculino indican pertenencia o relación a la mujer y al hombre respectivamente. Ambas palabras se utilizan para hacer una distinción de género entre los seres humanos. Por eso, masculino y femenino siempre se refieren a personas.
Por otra parte, los términos macho y hembra se utilizan para distinguir el sexo de los animales. Cuando hablamos de machos y hembras lo hacemos en un contexto de animales, y sólo nos referimos a personas cuando se utiliza en lenguaje de manera soez y desconsiderada.
Sin embargo, cuando se habla del feminismo y su contrario utilizamos la dicotomía lingüística «feminismo versus machismo«, en la cual las mujeres se representan como personas de sexo femenino y los hombres como animales machos.
No quiero ser malpensado, pero me da a mi que en todo esto hay algo de intencionalidad.
Nota: dejo constancia de que yo me defino como un hombre feministo, porque aunque el diccionario de la RAE no recoge este término de forma expresa, como todo el mundo sabe los adjetivos deben acompañar al sustantivo en género y número.
Machismo es la doctrina que propugna la superioridad y dominación del hombre sobre la mujer y feminismo es históricamente la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad.
Analiza el significado y nos daremos cuenta que no son antónimos y, acaso, sólo en la mente de quien cree que la igualdad le perjudica porque prefiere tener los privilegios del dominador.
Si el feminismo molesta a los machistas deben pensar que es lo contrario. Ya que hay muchos machistas son muchos los que consideran el feminismo su enemigo y por tanto pensarán que la mayoría les da la razón. Pero las minorías también existimos y defendemos que el feminismo no es nuestro enemigo, sino todo lo contrario, porque con la igualdad no tenemos que perder, si no que ganar.
De acuerdo en todo excepto en lo de que faminista y machista no son antónimos.
La RAE no tiene -que yo sepa- diccionario de antónimos, y por tanto tu aseveración no está respaldada por tan pulcra Academia.
Y en el post inicial, cuando hablo de feminismo y machismo como antónimos me refiero al modo coloquial. Y si no pregunten a cualquiera lo contrario de machista, o viceversa.
Por cierto, ¿de verdad que el machismo es una doctrina? o sólo un mero calificativo.
No he podido leer todos los comentarios al artículo, pero estoy de acuerdo en que feminismo es históricamente la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad. Así que sobra toda retórica que pretenda enfrentar a una guerra entre sexos.
Machismo es la doctrina que propugna la superioridad y dominación del hombre sobre la mujer.Se utiliza peyorativamente ya que hoy en día no está bien considerado llamarse machista.
Pero machista y feminista no son antónimos.
En cuanto a la utilización del lenguaje sexista ya sabemos que la RAE sigue utilizándolo, por lo que no podemos fiarnos mucho de los criterios de una NORMA que va por detrás del uso por las personas: «Limpia fija y da esplendor» a los usos que hacemos las personas corrientes del lenguaje cotidiano. No podemos utilizar la RAE como un ladrillo tirado a las cabezas de las personas que ideológicamente no concuerdan con el propio pensamiento.
El lenguaje ha sido sexista y sigue siéndolo. Si la sociedad pretende ser menos machista debe plantearse cambiar el lenguaje, ya que como bien dice en el inicio del artículo:
«Recuerda bien amigo mío -respondió el segundo adivino- que todo depende de la forma en el decir.»
O como dice Agustín García Calvo: «Lo que no se nombra no existe, o existe de otra manera».
La RAE,podrá decir que el masculino es el neutro y el masculino plural también, pero yo animo a todas las personas a nombrar el femenino en las conversaciones cotidianas y veréis como de pronto se abre la mente a la otra mitad de la humanidad que de no nombrarla desaparece del juego como por encanto.
Tengo una duda sobre lo que debería hacer en este momento. Crandell me ha lanzado un guante: «me gustaría que aguien me lo explicara desde la sensatez y sin extremismos» para que le explique en qué consiste el feminismo y yo, que no soy historiadora de movimientos sociales, ni socióloga, ni política, estoy segura de que estoy en posición de explicarle el abecé del feminismo por la sencilla razón de que me he preocupado por averiguar en qué consiste. Es así de sencillo: yo me he molestado en informarme, él no.
Podría pasar por alto la «sutil» insinuación de mi supuesto extremismo en esa respuesta. Crandell podría tirar de una frase hecha al pedir que se le explique algo «sin extremismos» y expresar un deseo general —que la gente dialogue entre sí sin recurrir al insulto fácil, al populismo o a la falacia y que acepte que la realidad está llena de matices— en vez de una acusación a mi persona. Pero cuando más tarde esta persona me llama «feminista fundamentalista» la cosa se vuelve más divertida. ¿Se puede ser feminista fundamentalista? Supongo que en el mundo de Crandell existen las y los feministas «fundamentalistas», los demócratas «radicales» o los antiesclavistas «extremos». ¡Si es que algunos locos radicales se pasan en su defensa de los derechos humanos!
Pese a lo que nos enseñan en matemáticas ( A = B = A y no hay vuelta de hoja ) en ese mundo paralelo de Crandell, igual que hay antiesclavistas radicales o demócratas extremos, hay feministas fundamentalistas. A mí me enseñaron que si A es igual a B, entonces B es igual a A y ya no hay más que rascar. Eso es lo que busca el feminismo: la igualdad efectiva de derechos y oportunidades entre uno y otro sexo. No hay más. Pero parece ser que hay igualdades «admisibles» e igualdades «extremas». A una persona con una lógica tan deficiente ¿cabe explicarle algo como me ha pedido? ¿Es esa persona lo suficientemente abierta como para escucharme? Lo dudo mucho.
Podría pasarme un par de horas buscando enlaces en Google acerca del feminismo para pasárselos a Crandell; contarle la historia de las sufragistas, tachadas de «locas», «extremistas» y quién sabe qué más en su tiempo por atreverse a pedir el voto también por las mujeres. Decirle que gracias a que ellas murieron hace un tiempo a manos de la policía hoy las mujeres podemos ejercer nuestro derecho al voto igual que los hombres. Podría hablarle de las estadísticas del INE sobre el empleo del tiempo de hombres y mujeres y cómo éstas dedican el triple de tiempo por término medio a las tareas domésticas que los hombres. Podría sacarle también las escalofriantes estadísticas sobre maltrato machista o sacarle otros estudios más amenos sobre el llamado «techo de cristal» que impide a mujeres perfectamente capacitadas alcanzar puestos directivos. ¿Sería útil que empleara mi tiempo en todo eso?
Crandell es adulto, parece que se maneja por internet con suficiente soltura —al menos en su blog consigue publicar— y juraría que al menos tiene la capacidad intelectual mínima necesaria para pasarse una tarde buscando en Google y leyendo Wikipedia. Yo, sin ser una experta feminista y sin ser una estudiosa del ámbito, he conseguido informarme con una aceptable profundidad acerca del tema. Simplemente leyendo algún libro y visitando alguna página web especializada. Así que asumo que, si Crandell no es idiota —no creo que lo sea— sencillamente no se ha informado hasta ahora porque no le ha dado la gana. Es decir, su ignorancia no viene de un problema de capacidad intelectual, sino de pura y simple desidia, o de falta de respeto a las mujeres, no lo sé muy bien porque no lo conozco.
¿Es productivo intentar enseñar a alguien que no quiere aprender? Creo sinceramente que no.
Crandell: antes de insultarme, repare en su propia ignorancia. Pregúntese por qué, a estas alturas de su vida, aún desconoce lo más elemental de un movimiento que lucha por los derechos de la mitad de las personas con las que convive a diario. Pero no sólo pregúntese por qué desconoce lo más básico del feminismo. Pregúntese también por qué no le importó escribir un post tan ofensivo como este sobre un tema que ignoraba casi al completo. Seguramente encuentre la respuesta a ambas preguntas informándose sobre el feminismo. Yo podría guiarle en el proceso, pero no hace falta. Empiece por la wikipedia y lea un par de libros al respecto. Después, si quiere, mantenemos una conversación de adultos.
@Rebeca Ruiz, Me ha encantado este comentario tuyo, tan sensato y bien expresado. No como tus primeros comentarios que comienzan inventando y tergiversando lo que digo. No obstante me atacas y haces muchas presunciones sobre mi,principalmente maledicentes, pero no importa, el contexto es el del diálogo y eso es lo que me gusta.
No obstante no voy a entrar en debate contigo en este sitio, simplemente porque no soy el titular de este blog, sólo un simple colaborador, y no quiero abusar de la amabilidad de quien me cedió esta pequeña tribuna.
Me encantaría seguir hablando, pero no es este el sitio.
Sineramente, un placer.
@carmenramia @olgak26 @MilagrosSocorro Hombre feministo http://bit.ly/hV2Vq5
Hombre feministo http://bit.ly/hV2Vq5
Buenas, sólo comentar que utilizas «género» de forma equivocada («Ambas palabras se utilizan para hacer una distinción de género entre los seres humanos. «), porque a lo que te refieres es a «sexo». El género, cuando hablamos de masculino y femenino, se refiere al lenguaje, concretamente a formas del sustantivo y del adjetivo, pero no a personas (ni animales), para los cuales se usa «sexo». Pero estamos en una epoca en la que decir «sexo» está feo, y entonces usamos barbarismos tipo «violencia de género», expresión a todas luces incorrecta pero que evidentemente está impregnándolo todo.
@Julio, el término «género» lleva asociado, desde hace ya un tiempecillo (que se mide en décadas) el significado de construcción cultural, más allá del sentido meramente linguístico.
Pero no preocuparse, que no les voy a incluir aquí ningún enlace que se tengan que leer. Este comentario lo hago por una promesa que le tengo hecha a San Pancracio, no porque piense que va a servir de mucho.
@Aphra Behn, Efectivamente si tus argumentos se basan en «porque yo lo digo» y no presentas algún argumento de peso, no sirven absolutamente para nada.
@Julio, Podemos hablar en puridad, refiriéndonos constantemente a lo que dice el diccionario,o bien seguir el espíritu que yo le di al texto inicialmente, y es la forma en que se habla en la calle y en los medios de comunicación.
Si quieres puridad en verdad deberíamos referirnos al definir género al concepto biológico/antropológico que define género como el conjunto de animales que coparten taxones (por cierto, que un taxón es el sexo)
@Crandell, nunca he oído en la calle referirse al «género» en el sentido que se le viene dando desde hace unos 5 o 6 años, como sinónimo de «sexo», que proviene fundamentalmente (en mi opinión) del Ministerio de Igualdad, que ha hecho grandes esfuerzos en cambiar la apariencia y significado de ciertas palabras y que los medios de comunicación se encargan de hacer eco, y que por lo que veo llegan hasta gente como tú. Los que estamos «a pie de obra» seguimos llamando «sexo femenino» al sexo femenino y «sexo masculino» al sexo masculino, y rellenamos decenas de formularios donde se nos pregunta por nuestro sexo y no por nuestro género (aunque todo llegará).
Precisamente en una entrada donde te planteas la corrección de ciertos términos para referirte a ciertos conceptos esperaba que fueras más receptivo a este tipo de cosas, pero por lo que veo la puridad sólo debe reservarse para la parte feminista/machista y no para el resto del texto, en el que te permites utilizar palabras de forma incorrecta. Bueno, tú mismo.
Si no quieres puridad, no deberías haber escrito esta entrada. Si la quieres, la entrada está muy bien, pero sé consecuente en el resto del texto.
¿De dónde deduces tu proposición número 3? ¿En qué diccionario figura «feminismo» como antónimo de «machismo»?
@Aphra Behn, Los términos machismo y feminismo se usan como antónimos de forma habitual. Y si no es así, explícame qué nombre darías tú a las personas contrarias a la doctrina social favorable a las mujeres denominada feminismo.
@Crandell, Bueno, Crandell, te hacía un poco más informado sobre el tema, pero tampoco es tan rara tu confusión. Efectivamente, es frecuente leer u oír el empleo de ambos términos como antónimos en ciertos entornos, pero no dejes que eso te engañe. También leerás «contra más lo pienso, más me duele la cabeza», «Arcángel San Grabiel» o «moñecas de Famosa» y, por mucho que la lengua sea una construcción popular, no te recomiendo adoptar esos términos. Que tampoco son correctos. Aclaro. Por si acaso.
Bien, centrándome en lo que comentábamos, si buscas en el diccionario de la RAE, verás que:
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-«Feminismo»:
1. m. Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres.
2. m. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.
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– «Machismo»:
1. m. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.
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La RAE, que no se caracteriza por su ardiente defensa de la igualdad, recoge el machismo como una corriente que persigue la supremacía del hombre sobre la mujer, mientras que el feminismo es definido como una corriente que busca la equiparación de derechos.
Considerarlos antónimos viene a ser como decir que los abolicionistas del XIX buscaban que los blancos fueran esclavos de los negros. Lo cual es falso. Aclaro. Por si acaso, otra vez.
Respondiendo concretamente a tu pregunta, me temo que al hablar de corrientes de pensamiento el señalar antónimos es más complicado que con cualidades simples como bajo/alto, clara/oscura o listo/tonto. El antónimo de capitalismo no es comunismo. El antónimo de positivismo no es antipositivismo. El antónimo de materialismo no es idealismo. Pueden ser corrientes enfrentadas, pero NO SON ANTÓNIMOS. Igual que el antónimo de perro no es gato. Son conceptos diferentes, que no contrarios.
Aún así, si necesitas establecer categorías equivalentes, el «opuesto» de machismo, como aventurabas (pena que no siguieras investigando por ahí), es el término «hembrismo».
La génesis de los términos tiene que ver con la historia y las circunstancias, más que con la premeditación y la semántica. Pero, si yo fuera un hombre, me sentiría contento de que el machismo se denominara así. De ese modo, queda libre el término «masculinismo» para que los hombres lo colonicen y creen una teoría completa de la igualdad de los hombres, en la que estos peleen y reivindiquen, por ejemplo, su derecho a cuidar de los más débiles mental y físicamente, atender a los ancianos, sacar adelante a los niños y las niñas (esas ocupaciones que siguen recayendo mayoritariamente en las mujeres).
@Aphra Behn, Creo que coincidimos en mcuho más de lo que pueda parecer.
@Aphra Behn, ¡Ah!, en el diccionario de antónimos y sinónimos de El País
@Crandell,
Tsk, tsk, tsk… Hay que tener cuidado con el material de consulta, hombre.
@Aphra Behn, El texto que da pie a todos los comentarios lo que hace es una reflexión a oartir de la forma usual de hablar, por eso no me ceñí al diccionario de la RAE, ni tampoco a diccionario alguno de sinónimos ni antónimos. No obstante, a tu petición diccionario donde pudiera encontrarse tal oposición me refería a la de El País, que por cierto no es el único que incluye tales entradas.
Pero insisto, en el texto no me baso en los diccionarios, sino en lo que se oye por ahí, al igual que si oigo «moñecas de famosa» quizá me apetezca hacer un post al respecto.
Rebeca: discrepo. Eso sería lo ideal, a lo que se debería ir; pero dista mucho de ser lo que se aplica. Esa cosa denominada por un oxímoron, la «discriminación positiva» es una constante puesta en evidencia de los movimientos hembristas.
Y, para ejemplos, tuvimos hasta hace poco un ministerio entero.
@Davidmh, El único artículo que hay en todo este blog sobre feminismo es este, mira si no la etiqueta: https://www.k-government.com/tag/feminismo/
No noto yo mucha preocupación por la discriminación a que estamos sometidas las mujeres diariamente en este blog pomposamente denominado «K-Government: thinking in e-government» y presumiblemente dedicado, dado su título, a la política, es decir, a pensar en mejores formas de servir a los ciudadanos y no a los propios intereses. ¿Han pensado en las mujeres alguna vez los hombres que escriben en este blog? Yo diría que no, a la vista de las etiquetas. Y si inauguramos el feminismo como tema, qué mejor forma de hacerlo que equipararlo con un supuesto «hembrismo» que ni siquiera existe. No se les vaya a ocurrir de nuevo a estos servidores públicos montar un ministerio con el que paliar la opresión de las mujeres, que están muy bien como están. Pueden votar y esas chorradas, ¿no? Pues ya no hay nada más que hacer. Circulen.
@Rebeca Ruiz, me molesta que generalices sobre el contenido de este blog. Si buscas un poco puedes encontrar entradas referidas precisamente al tema que aludes:
– iKnow Politics, la red política para mujeres
– Para ellas
– Mujeres, blogs y política
– …
En fín, que no entro en las discusiones que puedas tener con Louis, pero desde luego quiero decirte que, en este blog, en más de una ocasión y sobre todo en el día a día se piensa las mujeres y en las situaciones de discriminación que algunas de ellas padecen. De la misma manera que normalmente se piensa, no en clave de género, porque cuando se alude a situaciones de discriminación y de mejora social se piensa en la ciudadanía y no única y exclusivamente en uno de los dos géneros.
El feminismo es tan oponible al machismo como la velocidad al tocino. Mientras que el feminismo busca la igualdad entre ambos sexos, el machismo busca la supremacía del hombre entendido como macho, como patriarca, como jefe de la manada. El machismo es animal y huele a rancio; el feminismo es un movimiento por la civilización (no por la animalización) de las sociedades humanas.
Mañana si quieres comparamos el cine porno con unas zapatillas.
@Rebeca Ruiz, El feminismo no busca la igualdad entre sexos, si vas al diccionario comprobarás que feminismo es una doctrina social que favorece a la mujer.
@Crandell, Señor Crandell, con todos mis respetos: usted no tiene ni pajolera idea de lo que es el feminismo.
@Rebeca Ruiz, Es muy posible, y me gustaría que aguien me lo explicara desde la sensatez y sin extremismos.
Se la está buscando.Hordas hembristas caerán sobre el autor :)) RT @suenosdelarazon: Me interesó: Hombre feministo http://bit.ly/e6zLVf
Señores que comparan la velocidad con el tocino, peras con manzanas, cine porno con zapatillas… http://j.mp/gJwdcB
Me interesó: Hombre feministo http://bit.ly/e6zLVf
Tú no sabes en que berenjenal te has metido… macho 😉
#kgovernment Hombre feministo http://ow.ly/1bb5eb
Hombre feministo http://bit.ly/hlJKm3